Un estudio reciente realizado por la Universidad de Surrey en Inglaterra revela que vapear puede tener impactos negativos en la salud mental y los hábitos de sueño de los adultos jóvenes.
Los investigadores encontraron que las personas de entre 18 y 25 años que usan productos de vapeo con nicotina tienen significativamente más probabilidades de sufrir problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y rumiación, así como trastornos mentales del sueño, en comparación con sus pares que no vapean.
El estudio, publicado en la revista Healthcare, examinó a más de 300 estudiantes universitarios, de los cuales alrededor del 15 por ciento eran usuarios de cigarrillos electrónicos.
Los resultados mostraron que los vapeadores tenían niveles más bajos de atención plena, mala calidad del sueño y altos niveles de rumiación.
También tendían a ser más solitarios, tener menos autocompasión y consumir más alcohol por semana que los no vapeadores.
Sorprendentemente, se clasificó que el 95,9% de los usuarios de cigarrillos electrónicos tenían niveles clínicos de síntomas de ansiedad.
Este hallazgo destaca un vínculo preocupante entre el uso de vapeo y los síntomas de ansiedad, lo que sugiere un círculo vicioso en el que el vapeo se utiliza como un medio para aliviar la ansiedad, pero en realidad contribuye a un peor sueño y, en última instancia, a un empeoramiento del estado mental. El estudio plantea preguntas importantes sobre la relación entre el vapeo, la salud mental y el sueño, al tiempo que reconoce la dificultad de determinar si la ansiedad conduce al vapeo o si el vapeo atrae particularmente a personas que ya están ansiosas por una variedad de razones sociales y psicológicas. También sugiere que las intervenciones centradas en la atención plena y la lucha contra la rumiación podrían ser beneficiosas para reducir el uso del vapeo entre los jóvenes.
En la redacción, al principio nos reímos mucho cuando descubrimos este estudio, preguntándonos cuándo descubriríamos que había sido escrito por el profesor Raoult... pero no es así.
Dejamos de reír y nos preguntamos por qué este estudio se centraba en los cigarrillos electrónicos y no en las adicciones en general, y más concretamente en las relacionadas con el alcohol o la nicotina. Finalmente, ¿por qué una muestra de 300 jóvenes estudiantes, de los cuales un 15% de vapeadores (o aproximadamente 45), se convierte en una muestra representativa que permite llegar a conclusiones científicas?
En ese preciso momento lo entendimos. De haber sido así el post que menciona dicho estudio no podría haber tenido el título “putaclic”, y no estaríamos hablando contigo de ello…
En resumen: No todo lo que encuentras en Internet es necesariamente falso, sino siempre parcial… Sea cual sea el caso, si alguien viene a hablarte de ello, ya sabes qué responderle.
Vapoteurs.net
