En octubre pasado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a “salvar el vapeo” después de una reunión privada con un cabildero de la industria de los cigarrillos electrónicos. Este compromiso contrasta marcadamente con las acciones tomadas bajo su administración, que implementó varias regulaciones con respecto a los productos de nicotina, incluido el vapeo.
Tevi Troy, autor del libro. El poder y el dinero y exfuncionario de políticas en el Departamento de Salud y Servicios Humanos durante la administración de George W. Bush, también se desempeñó como vicepresidente de la popular compañía de vapeo Juul Labs entre 2018 y 2020. Según él, la administración Trump trabajó con la industria del vapeo para elevar la edad legal para comprar cigarrillos electrónicos, satisfaciendo la creciente demanda de la industria.
Troy especifica que el principal objetivo de estos productos es ofrecer a los fumadores adultos una alternativa menos dañina que los cigarrillos tradicionales, que, recordemos, provocan cientos de miles de muertes cada año. Sin embargo, la administración Trump también tomó medidas restrictivas al limitar la venta de ciertos sabores de vapeo, una decisión que no fue bien recibida por todos los actores del sector.
El ex vicepresidente de Juul destaca que los debates y las presiones en torno al vapeo no solo provinieron de la industria, sino también de grupos de interés público. Entre 2018 y 2019, surgió en Estados Unidos un cierto “pánico” vinculado al vapeo, aunque este frenesí parece haber amainado en los últimos años.
Al mismo tiempo, el número de usuarios jóvenes de cigarrillos electrónicos ha disminuido considerablemente desde 2019, lo que, según algunos, es una señal alentadora. Sin embargo, Troy dice que algunas regulaciones pueden haber sido demasiado estrictas y afectar a los fumadores adultos que buscaban utilizar estos productos para dejar de fumar tradicional.
Entre 2018 y 2020, mientras representaba a Juul, la industria estaba preocupada por la sobrerregulación que podía comprometer el acceso a productos de vapeo para consumidores adultos que buscaban una alternativa al tabaco. Hoy en día, la industria y los reguladores todavía están tratando de encontrar un equilibrio con estos nuevos productos, mientras las regulaciones continúan evolucionando.