Desde la introducción de la prohibición de los cigarrillos electrónicos en 2018, Singapur ha visto surgir debates sobre la eficacia de esta medida y la necesidad de reforzar los medios para disuadir a los jóvenes de vapear.
El 8 de mayo, la Autoridad de Ciencias de la Salud anunció una revisión de las sanciones destinadas a combatir la publicidad, importación y distribución de cigarrillos electrónicos.. También destacó iniciativas para promover contenidos “pro-salud”, como una campaña anti-vapeo dirigida a los jóvenes.
Singapur es uno de los 39 países del mundo que han prohibido los cigarrillos electrónicos, a diferencia de 82 países que regulan su venta y distribución.
En medio de las discusiones sobre la prohibición del vapeo en Singapur, algunos se preguntan si este enfoque es demasiado cauteloso. Países como Nueva Zelanda y el Reino Unido creen que vapear es menos dañino que fumar y puede ayudar a los fumadores a dejar de fumar.